Nos dejamos llevar por las opiniones excelentes, pero nuestra cena fue un desastre. El sitio es inmenso y está a pie de playa, sí. Pero...tela! Nos pusieron un queso de entrante que no pedimos y sí que nos cobraron. La parrillada de marisco,si incluía el Lubrigante que debía,duplicaba su precio. Al final, tres langostinos grandes y 20 gambas para tres. Y ni siquiera la salsa estaba buena. 70 euros no es caro para una mariscada, pero eso no era una mariscada!. De los postres, sólo estaba bueno la mousse de chocolate. La tarta de queso y las natillas,insípidas. Y el servicio, aunque amable, es lentísimo. Tardan muchísimo entre plato y plato y hasta para traer la cuenta. Quizá teníamos que haber pedido pescado y no marisco, pero NO volveremos...