Nosotros vivimos en España, cerca del restaurante y sabemos que en verano, especialmente en agosto y fines de semana es imprescindible reservar y mas en restaurantes como éste con pocas mesas. El restaurante en mi modesta opinion es una casa de comida pero con manteleria de tela, de hecho en la puerta de cristal pone eso Casa 7 a 7.Carta sencilla, de primero muy poca cosa: las tipicas croquetas de bacalao o queso de cabra ( poco curado) aliñado con bayas rojas y alvariño y trozos de platano. y poco mas q recuerde. De segundo en gral ,platos poco elaborados : plancha, horno,.. tanto carne, como el bacalao o salmón. Pecio medio de las raciones 18e pero ojo, ellos nos indicaron que una racion para dos era suficiente, cosa que es de agradecer, en otros restaurantes de la zona suelen ser de 14e pero hay que pedir una racion para cada uno. Bueno un guiso que hacen de cabrito o gallo, con vino y setas, fue lo unico que vi elaborado. El servicio atento y pendiente, pero son pocas mesas. El ultimo dia que fuimos, previa reserva a una hora que ellos nos aconsejaron: 13,30h, llegamos unos min. antes, para hacer acto de presencia, pq habia mucha gente en la calle esperando a ver si podian ser atendidos y nos dijeron que teniamos que esperar, que habia dos mesas que iban a tomar el postre. Le preguntamos si nos daba tiempo a tomar una cerveza ( fuera pq dentro no hay servicio de barra) llegamos media hora despues ,como nos indicó el camarero y tras esperar un buen rato fuera, vimos que unieron las dos mesas de 2 para un grupo de 7. Antes de q se sentaran, le comentamos que estabamos antes que ellos y con reserva y nos dijo la dueña, q no podian hacer nada.!!!!... y donde quedó la organización, el respeto. Esperamos unos minutos mas fuera, pero nos sentimos tan mal que decidimos irnos. Me imagino que fuera de temporada alta, será todo distinto.
